Cuando me invitaron a la lectura conjunta me esperaba muchísimas cosas de este libro, pero no estaba absolutamente preparada para nada de lo que leería. Desde la primera letra me di cuenta que jamás había leído un libro como este, y que por más que fuera un ¨retelling¨ de la sirenita, solo compartía un par de similitudes.

El libro trata sobre Emil, una chica sin recuerdos que vive en una isla en la que únicamente tiene la compañía de dos sirenas y un crustáceo. Nadie parece querer dar respuestas a sus interrogantes hasta que llega él, un chico de ojos verdes y tres lunares en la mejilla que tal vez le ayude a resolver el misterio del lugar en el que habita.

Lo que más me gustó de este libro es lo original que es. Una vez que lo inicias no puedes parar porque quieres saber que carajos está sucediendo y resolver el misterio, y créanme: todo lo que crean que es: no es. Uno no se imagina nunca lo que va a suceder.

Mi personaje favorito de la historia es Emil, una protagonista valiente, curiosa y encantadora, de la cual no puedes evitar encariñarte. Aidan es el otro protagonista, quién a diferencia de Emil no se adapta tan fácil a la situación que están viviendo y se deja llevar por la frustración. (Lo que entiendo perfectamente)

Me gustó mucho la manera de escribir de la autora, ya que hacía que la lectura fuera muy ágil y ligera. Cuando menos lo pensabas ya te habías pasado de los capítulos acordados por día de la lectura conjunta.

Y bueno, ya he dicho muchas cosas que me gustaron, pero lo que más me gustó fue el final. Lo ame. El giro fue sumamente sorpresivo y el final bellísimo.

Definitivamente me alegra mucho haber sido invitada a esta lectura conjunta porque estoy segura que de lo contrario tal vez no le habría dado a este libro la oportunidad que se merecía. 

Y hasta aquí llega mi reseña sin spoilers porque de lo que más quiero hablar acerca de este libro es del final, así que si no lo han leído deténganse hasta aquí y háganse un favor a ustedes mismos y vayan a leerlo.

SPOILERS:

Por alguna razón los escritores creen que dándole un final triste a la historia conseguirán más impacto, pero yo siempre he sido fan de los finales felices. Si leo es porque quiero leer sobre cosas diferentes a la vida real, en donde al final siempre el bien triunfe sobre el mal.

En el final de Un Lugar donde Encontrarnos descubrimos que la misteriosa isla en la que Aidan y Emil estuvieron atrapados era nada más y nada menos que una habitación de hospital, en donde ambos estaban en coma. Aidan apenas tenía unos meses en ese estado, pero Emil estaba así desde que era una niña. Al igual que Aidan yo me sentí destrozada al enterarme y muy asustada de que ese fuera el final y no ocurriera nada más. 

Afortunadamente la historia tenía más páginas. Aidan acudió a la habitación de Emil y como en todas las historias de cuentos de hadas logro que Emil se despertara. Después de todo se trataba de un reteling de un cuento de hadas y como tal tuvo un final acorde. Emil era una muchacha sumamente dulce y fuerte, era una chica que merecía vivir y me alegro mucho que al final la autora lograra que eso ocurriera.

Después de todo, es por eso que uno lee; para ver la magia ocurrir.